Al cultivar la gratitud, forjamos un templo de equilibrio psicoemocional, donde cada pensamiento y emoción se alinean en armonía con el propósito divino, permitiendo que nuestra esencia se exprese plenamente en el camino de la evolución.
Plegaria Aureliana de Gratitud
Gracias por este momento, por este nuevo día.
Gracias a todos los seres que me guían, protegen y proveen con su luz.
Gracias por los dones que me han sido otorgados y por las habilidades que me han sido concedidas.
Gracias por la expansión continua de mi consciencia espiritual y por el acceso a la sabiduría universal.
Gracias por permitirme experimentar el misterio de la vida, conectando con lo divino en todo lo que veo y siento.
Gracias por todas las almas nobles con quienes comparto este camino de evolución, por las conexiones significativas que resuenan profundamente en mi ser.
Gracias por los cinco sentidos, y por los sentidos extrasensoriales que amplían mi percepción y me conectan con lo invisible.
Gracias por este cuerpo físico que me permite experimentar esta realidad. Amo cada átomo de mi ser, cada célula sana, y por el poder de mi esencia universal, transmuto cualquier enfermedad en perfecta salud, equilibrio y armonía.
Gracias porque este cuerpo está consagrado al propósito divino. Yo soy sirviendo al propósito divino ahora y siempre, cumpliendo con la misión de mi alma, la que reconozco profundamente porque resuena en mi interior.
Gracias por mi libertad, por la disolución de apegos y por la transmutación con amor y plena consciencia de cualquier contrato kármico.
Me perdono, pido perdón y perdono a todos los que han sido parte de mi camino, sabiendo que cada experiencia forma parte del proceso de aprendizaje y evolución.
Gracias por este momento, por este nuevo umbral de sabiduría, que sigo atravesando con humildad y gratitud.
Gracias por cada paso en mi camino y por las infinitas bendiciones que continúan fluyendo a través de Ser.
Gracias por ser parte de la red infinita de consciencia que nos conecta a todos en unidad.
Auriel Martin